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Glucómetro sencillo
EYETONE (1970)
No es exagerado decir que la historia de ARKRAY es un reflejo de los cambios que se han sucedido en la tecnología de medición de la glucemia. En la década de los 60, fue un producto de ARKRAY, el EYETONE, el que permitió que las tiras reactivas para glucemia desarrolladas en EE. UU. se analizaran en dispositivos pequeños por primera vez. El término «pequeño» puede resultar algo engañoso, ya que estos medidores no eran como los de hoy, que caben en un bolsillo. Tenían aproximadamente el tamaño de dos cintas de vídeo una encima de otra. Además, la pantalla no era digital como la de los dispositivos actuales, sino que contaba con un medidor analógico de aguja. El tiempo de reacción del reactivo era de dos minutos. Después, el usuario tenía que lavar el reactivo y retirar el agua con cuidado. Según los estándares actuales, no es lo que se denominaría un procedimiento rápido y sencillo.
Fue entonces cuando ARKRAY desarrolló con éxito una tira reactiva con película fácil de limpiar y consiguió acortar el tiempo de reacción de dos minutos a uno. Se consiguieron avances cambiando a la pantalla digital y reduciendo el tamaño. En 1989, se desarrolló la primera unidad de tamaño bolsillo, el Toecho III. A lo largo de los años 90, ARKRAY fue reemplazando el método de comparación de color por los métodos enzimáticos/de electrodos, avances que culminaron en el GLUCOCARD que conocemos hoy en día.
Las diferentes generaciones del glucómetro se pueden clasificar como se indica a continuación:
| Primera generación | Técnica de lavado y secado de la tira reactiva (comparación enzimática de color) Se podía hacer una comprobación visual, pero los resultados variaban según la técnica del operador. |
|---|---|
| Segunda generación | Tiras reactivas de comparación enzimática de color sin necesidad de secado Ya no hacía falta lavar ni secar el producto y la técnica del operador no influía tanto en los resultados. |
| Tercera generación | La corriente generada por la reacción química se mide con el método de electrodo enzimático. (Presente) Este es el método de medición principal utilizado hoy en día. |
| Cuarta generación | Método no invasivo que no requiere la obtención de muestras de sangre. (Futuro) La investigación avanza en el campo de la espectroscopia de infrarrojo cercano y los métodos que usan fluido intercelular. |
Dentro de la clasificación anterior de las generaciones del glucómetro, es importante mencionar que el paso entre la segunda y la tercera etapa fue significativo. A pesar de que era imprescindible lavarlo y secarlo, la ventaja del sistema de comparación de colores era que se podía realizar una medición visual y obtener un resultado aproximado incluso si se rompía el sistema. Por el contrario, si la máquina que utilizaba el método del electrodo fallaba, el paciente no tenía forma de conocer el resultado de la prueba. Sin embargo, no requería lavado ni secado y era más sencilla y fácil de usar. En la empresa nos debatíamos entre continuar con el método de comparación de colores o pasar al método de electrodos. Finalmente, nos decidimos por el método de electrodos porque el sistema fallaba en muy contadas ocasiones. Este fue el germen de la primera materialización del GLUCOCARD que conocemos actualmente.
El último modelo que utilizó
el método de comparación enzimática de color
GLUCOSCOT III GT-4330 (1989)
El primer modelo que utilizó
el método de electrodo enzimático
GLUCOCARD GT-1610(1991)
El GLUCOCARD fue un éxito rotundo: su facilidad de uso y fiabilidad le reportaron una gran aceptación entre profesionales de la medicina y pacientes. En el año 1986, el seguro médico comenzó a cubrir la medición de glucemia de los pacientes que se autoinyectaban insulina. En parte, esto dio lugar al alto nivel de reconocimiento que lo convirtió en el estándar de facto para la medición de la glucemia en Japón.
Desde principios de la década de los 90, algunos de nuestros competidores han utilizado más de cuatro plataformas diferentes (reactivos compatibles) tanto para la comparación de colores como para los métodos de electrodos. Sin embargo, solo ARKRAY pudo reducir a la vez el tiempo de medición y el volumen de la muestra de sangre en la misma plataforma. A pesar de la aparición de nuevos modelos, el procedimiento para la medición no ha cambiado. Probablemente, este es uno de los factores por el que los usuarios lo consideran un instrumento fiable.
En 2003, entró en vigor una norma internacional que regula los glucómetros, la ISO-15197. En una enmienda a la ley farmacéutica japonesa del año 2005, se determinó que los glucómetros suponían un riesgo elevado para los pacientes que los usaban sin asistencia y, tal y como ocurrió con las lentes de contacto y los marcapasos, pasaron a considerarse dispositivos médicos altamente controlados (clase IV) y dispositivos médicos especialmente designados con necesidad de mantenimiento. Además, en 2007, se emitieron criterios de aceptación para los glucómetros en virtud de la legislación farmacéutica. Así, el entorno en el que se sitúan los glucómetros está en constante cambio. Al compás del endurecimiento de la legislación, nos esforzamos cada día para fabricar dispositivos que mejoren la calidad de vida de los pacientes y nos aseguraremos de que el GLUCOCARD siga evolucionando.
El modelo más reciente
GLUCOCARD S onyx
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